Jaime

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Diploma Baldor

La historia nos da grandes lecciones.

Por Iván Jaime Uranga Favela 
El imperialismo concentró de tal manera el poder de gobierno del mundo en el presidente de los EEUU y el Congreso, que para la naciente y revolucionaria clase social Omecafi, no le costó demasiado hacerse con el poder. Puso a trabajar a sus loobies (traficantes de influencias), financió campañas políticas de los candidatos a puestos de elección popular en Estados Unidos y poco a poco, pero sin descanso, tomó puestos clave del gobierno. Desde allí, impuso su visión del mundo a todas las instituciones que sostenían al Estado imperialista más poderoso de la historia.
Universidades, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, el ejército más poderoso del mundo, agencias de espionaje, el control de todo tipo de foros económicos internacionales, etc. La Reserva Federal ya desde antes les pertenecía, pues desde allí es que conspiraron.
La biología nos enseña, que las especies que no se diversifican entran a una fase de peligro de extinción. Es decir, la diversidad da a la especie una suerte de capacidades de adaptación al entorno, ingeniosas y creativas, que disminuyen su vulnerabilidad ante cambios de todo tipo que ocurren en la naturaleza. En la especie humana, la concentración del poder de decisión en unas cuantas personas ya provocó los genocidios de la primera guerra mundial y la segunda.
El llamar a la clase que hoy domina el mundo revolucionaria , puede prestarse a confusión, sobre todo a los que ven el desarrollo del mundo como algo lineal y subjetivo. La Omecafi encabezó un salto cuantitativo y cualitativo de la humanidad, bajo su gobierno ocurrió la revolución informática, de las comunicaciones, la robótica y la revolución financiera en los últimos 40 años.
Bueno, esas revoluciones científicas y tecnológicas, realizadas por egoísmo y miedo, hoy se vuelven contra la humanidad. Hoy son reaccionarias. El egoísmo y el miedo no son más un motor de avance, sino que amenazan a la humanidad con la extinción. Es tanta la presión depredadora sobre los sistemas que sostienen la vida en el planeta, que, lejos de lo que se pudiera creer, hoy una de las especies más vulnerables a esta destrucción del habitat, es la especie humana. La concentración de las decisiones sociales-económicas-políticas que afectan a la humanidad, son tomadas por menos del 1% de seres humanos.
La falta de diversidad y el sistemático aplastamiento o inhibición de la creatividad y el ingenio humano que lleva a cabo la Omecafi, lleva al precipicio de la extinción a la especie humana.
En México, y pienso que en la mayoría de países también, los empresarios capitalistas que habían sobrevivido a la dominación del imperialismo, sistemáticamente han apoyado a la Omecafi en su accionar para destruir las instituciones del Estado Mexica. En el pecado han llevado la penitencia.
Hoy, la mayoría de empresas Mexicas exitosas han sido tomadas o desaparecidas, mediante deuda, por la oligarquía mafiosa especuladora canalla financiera internacional (Ayotla Textil, Hilsa, CEMEX, Modelo, TAMSA, etc.).
Los empresarios Mexicas están siendo empujados a la ruina y los hijos al refugio del tráfico de influencias y a operar como mercenarios de la Omecafi o de plano al narcotráfico. SON LOS GRANDES PERDEDORES DE LA SOCIEDAD Y, ¡NO SE HAN DADO CUENTA!
El 99% de la sociedad Mexica, hemos bajado nuestro nivel de vida, hemos perdido mucho, pero de ninguna manera se compara a lo que han perdido los empresarios capitalistas de este país. Algunos, ante la pérdida de su empresa, enfermaron de diabetes, tuvieron infartos y murieron.

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