Jaime

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Diploma Baldor

domingo, 1 de marzo de 2015

El capitalismo ya está agotado, sentencia Mújica.

Iván Jaime Uranga Favela
Es sorprendente que a pesar de no tener una concepción avanzada de la lucha de clases en el mundo, los defensores de la especie humana y su calidad de vida, también llamados de izquierda, hayan avanzado tanto, llevando a países como Uruguay, Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba entre otros, a desafiar al sistema de dominación mundial en América.
¿Por qué no tienen una concepción avanzada de la lucha clases?
Sencillamente porque se quedaron en el pensamiento del siglo XIX. Cierto, el pensamiento marxista no pudo ser superado por ningún pensamiento en esa época. Lo cual no significa que, las condiciones y fenómenos que ocurren en el mundo actual, no hayan superado al pensamiento de esa época, con nuevos fenómenos y condiciones distintas. El teórico más consecuente con la ideología del fin de la historia es Fukuyama, pero no es único, tiene un gran número de seguidores en el mundo, sus mismos críticos, de la izquierda “avanzada” y filósofos de renombre intelectual, apoyan su teoría. Pueden criticarlo, pero en la práctica son sus seguidores.
Según estos pensadores, resulta que la lucha de clases no ha superado la contradicción de proletarios y burgueses. El sistema capitalista llegó hace más de 300 años para quedarse, por los siglos de los siglos. Y, no ha sido capaz de engendrar en su seno nuevas clases sociales, pues eso en la práctica, aunque digan otra cosa, equivale al fin de la historia.
Esta concepción retrógrada del mundo, frena el avance de la humanidad. Mantiene, en la sociedad, la lucha antagónica de clases cuya contradicción ha pasado a segundo plano, los burgueses hace cien años que no son la clase social que manda al globo, debido al advenimiento de nuevas clases antagónicas, pasaron de victimarios a ser víctimas pauperizadas junto con el resto las clases sociales que en el pasado han dominado el mundo, entre ellas la clase imperialista, que ha cedido el poder a la nueva clase social que domina el orbe, es decir, la oligarquía mafiosa especuladora canalla financiera internacional (Omecafi).
Los países que he mencionado en América, se encuentran sumidos en una feroz lucha de clases, infelizmente, la contradicción principal se libra no con el enemigo de todos, la Omecafi, sino entre clases que deberían ser aliados. Esta lucha ha fortalecido en gran medida a la Omecafi, porque le proporciona millones de mercenarios gratuitos (los tontos útiles), que al debilitar a los gobiernos de izquierda piensan que avanzan. Fatalmente, la Omecafi si tiene conciencia de clase, es inteligente y sabe distinguir a los enemigos de los amigos.
Las oligarquías locales de esos países compuestas de clases sociales que en el pasado dominaron, no tienen esperanza, por más esfuerzo que hagan, nunca dejaran de ser mercenarios o sicarios de la Omecafi, porque aunque reciban parte del botín, el verdadero poder no se comparte, serán desechadas cuando no sirvan a los intereses del amo, deberían saberlo. Hoy son carne de cañón.
Qué Don José Mújica diga que el capitalismo está agotado, ya es un avance en la concepción del mundo, ojalá muchos lo sigan.
 Viví en un movimiento llamado Tierra y Libertad, en Monterrey, México (1975-1979). A los que fuimos a la escuela (yo soy ingeniero) se nos tachaba de pequeño-burgueses, a los dueños de una tienda se les decía burgueses, si tenías un auto comprado en abonos, eras un burgués, en fin. Había muchas contradicciones artificiales creadas por una concepción equivocada del mundo. Erróneamente se pensaba en términos de que el sistema capitalista estaba más vivo que nunca, cuando los capitalistas eran tan explotados por el sistema imperante, al igual que las demás clases explotadas de la sociedad. Habían pasado más de 70 años que el capitalismo perdió el poder. El imperialismo había comenzado su declinación (guerra de Vietnam, dinero deuda, poder financiero avanzando). Si los dirigentes del pueblo no tienen un buen diagnóstico del sistema mundo en que viven (teoría revolucionaria), cometen el error de multiplicar a los enemigos. Aliados naturales, son empujados, por el rechazo, a ser lacayos, mercenarios y sicarios a las órdenes del sistema dominante. Una revolución precisa de la cooperación de toda la gente que tiene experiencia en producción, construcción y comercio entre otros. Tacharlos de pequeño burgueses, o burgueses, los manda al bando enemigo. El enemigo, bien que sabe aprovechar esas fallas. Confieso que no conozco bien las condiciones de Venezuela, pero me he encontrado con gente, que por ningún motivo debía estar en la oposición. Entonces algo está fallando. Los terratenientes, los empresarios medios y pequeños, los comerciantes, son tan explotados como el pueblo en general. La oligarquía mafiosa especuladora canalla financiera internacional (Omecafi) que hoy domina el mundo, nos explota a todos, si algunos viven mejor que otros, es parte de la estrategia de dividir a la sociedad, favorece a los que le sirven y aplasta a los que se le oponen. He leído a Heinz Dieterich y su socialismo del siglo XXI, es muy pobre su teoría, aunque sea alemán. Estoy en la lucha desde hace 47 años, pero he mantenido un perfil bajo, para investigar y encontrar certezas.
Esos que llamaban en Tierra y Libertad pequeño burgueses, somos los estudiantes del Movimiento Estudiantil del 68, que hemos mantenido en alto la bandera de la oposición. Casi no hay movimiento popular, dónde no haya un ex-movimiento del 68. Así que, resultó que los pequeñoburgueses han sido revolucionarios toda su vida.
Pensar que ser pobre es ser revolucionario, es un error, los obreros de los sindicatos de México, son lo peor de la sociedad, con honrosas excepciones. Las condiciones en que se encuentra México, son bien merecidas por la sociedad entera. Seguimos el camino de Colombia, no porque los gringos sean malos, que lo son, sino porque hemos hecho todo lo posible como sociedad para seguir los pasos de un narco-estado.