Lucha de Clases
Según Marx al sistema económico-social-político
imperante lo define la clase social que domina, quien dicta las leyes, el tipo
de gobierno y el papel de la sociedad en la vida cotidiana. En Costa de Marfil miles
de niños son tratados actualmente como esclavos en la producción del chocolate,
sus amos son dueños de su vida y los explotan hasta su muerte. ¿El mundo vive
en el sistema esclavista? No. ¿Los esclavistas de Costa de Marfil dictan las
leyes del resto del mundo? No. En el pasado los esclavistas dominaron el mundo,
pero hoy son una reminiscencia. En América Latina grandes propietarios de
terrenos explotan a miles de campesinos cobrando renta en especie, es decir,
los campesinos (siervos o medieros) pagan con la mitad de la cosecha por el uso
de la tierra donde siembran, estos propietarios alguna vez dictaban las leyes
del mundo, reinaban decidiendo la vida de millones de seres humanos, en Europa
el Papa representante de Dios en la tierra los coronaba y a su sistema Marx lo
llamó feudalismo. ¿Los señores feudales imponen las leyes hoy? Negativo.
Durante el feudalismo nació la clase social revolucionaria, que encabezó la
revolución industrial, uso como fuente de energía el carbón, revolucionando las
comunicaciones e integró a millones de hombres libres que ahora vendían por
horas su fuerza de trabajo. Esta clase social explotadora del trabajo humano se
originó en los burgos y Marx los llamó burgueses, después por la acumulación de
capital que lograron los llamó capitalistas y a sus explotados, debido a que
tenían muchos hijos, los llamó proletarios. Los capitalistas que dominaron
durante el siglo XIX armaban líneas de producción, demolieron las instituciones
de gobierno del sistema feudal, dictaron leyes y crearon nuevas instituciones al
servicio de sus intereses.
A principios del siglo XX, Lenin advirtió que el
sistema capitalista había entrado en una fase imperialista. Un colonialismo
diferente al que impusieron las monarquías feudales mediante flotas marinas
movidas por la energía del viento, basados en la conquista de terrenos
agrícolas, el comercio de artesanías y el saqueo de materias primas. Ahora el imperialismo se movía con barcos de
vapor, comerciaba con manufacturas y saqueaba materias primas industriales, el
colonialismo impuesto por el imperio Inglés capitalista y las reminiscencias
monarquías feudales declinaban. No todos los capitalistas del mundo pudieron
convertirse en imperialistas, solamente los que contaban con el capital para
financiar la transición tecnológica a la energía del petróleo y estaban a la
cabeza de la revolución industrial.
En el esclavismo y el feudalismo el dinero solamente
circulaba en las élites dominantes, soportado por metales sobre todo oro. Por
ejemplo, el estado feudal encabezado por el Clero Católico en el México
colonial (Nueva España) gran cantidad de barras de oro, plata y dinero metálico
se almacenaron enterrados en la tierra, en conventos e iglesias, si existían
bancos, no los usaron. Tenían capital fruto de la explotación de seres humanos
en las minas, ¿entonces eran capitalistas? No. Ese capital nunca estuvo en la
manufactura de mercancías, allí se quedó enterrado para la posteridad.
La silla de mi abuela tiene ruedas, entonces es un
automóvil porque también tiene ruedas, un sistema está determinado por la suma
compleja de sus características. La diferencia esencial entre capitalistas y
feudalistas, primero es que tienen intereses de poder antagónicos. En el capitalismo
el dinero soportado por oro, pero ahora acuñado en monedas o en cheques al
portador (billetes) circula en la sociedad entera y juega un importantísimo
papel en el intercambio de mercancías, cuya producción por empleados que
reciben un salario (en dinero), es la fuente más importante para acumulación de
capital en manos de la clase dominante, la que llamamos capitalista. La
confusión proviene de usar la misma palabra para definir acumulación de riqueza
y a la clase que la acumula en el sistema que impero. Marx debió inventar un
neologismo.
La historia es un proceso complejo no lineal, algunos
documentos históricos evidencian la existencia de usureros desde la era
babilónica, sin el poder del estado es muy difícil cobrar el capital y los
intereses o conservar las prendas empeñadas por los deudores. La historia habla
de préstamos, algunos incluso a poderosos guerreros como El Cid Campeador, los
capitalistas italianos (ya vimos que tener capital no es el único requisito
para ser capitalista) que prestaron el dinero de los sobornos para elegir a
Carlos V, algún poder tenían para cobrar el dinero del pago, de otra manera
eran préstamos a fondo perdido. Carlos V fue un emperador feudal con ejércitos
bajo su mando con poder suficiente para saquear las riquezas de otros reinos,
Fugger y Wesler prestaron dinero, pero podrían no haberlo recuperado nunca,
excepto por el agradecimiento de Calos V. El agradecimiento es el sentimiento
más escaso entre los seres humanos, cuenta el Nuevo Testamento que Jesús curo
milagrosamente a 10 leprosos y solamente uno le agradeció, mientras los otros,
ya curados, desaparecieron sin dejar rastro.
La historia se escribe años después de que ocurren los
hechos, miles, incluso millones de
personas, hemos creído y seguimos creyendo que el Rey de España conquistó
América, pero los impuestos los cobraba el Clero y la justicia la administraba
la Santa Inquisición, el Rey de España era nombrado por el Papa y sus
consejeros más cercanos eran Cardenales y Obispos. El Clero impartía educación
y controlaba la cultura ¿Quién tenía el poder? Los Libertadores de América
derrotaron a los ejércitos mercenarios españoles, pero durante el siglo XIX el
Clero siguió teniendo el poder en América Latina, ahora con mercenarios nacidos
aquí. Hemos sido engañados por la historia casi dos siglos.
La gran contribución de Marx al análisis dialéctico de
la historia de la sociedad es que estudió la lucha de clases, las
contradicciones entre ellas, cómo las clases contrarias conviven en unidad y
lucha, que al desaparecer o resolverse la contradicción principal, dan origen a
nuevas contradicciones. Cómo el sistema social imperante está determinado por
la clase en el poder y las relaciones entre los medios productivos y la forma
de producción. A través del Estado-nación, que responde a los intereses de la
clase dominante, dictando leyes, tipo de gobierno, educación y cultura. En el
marxismo el estudio de la historia tiene como fin la transformación del
sistema-mundo para abolir la explotación de los seres humanos por otros humanos.
El estudio lineal de la historia, despojado de la dialéctica, sin el objetivo
de transformación del mundo, puede convertirnos en eruditos de miles de hechos,
muy respetables, pero no puede llamarse marxismo.
A partir de la década de los años 70’s, una nueva
clase revolucionaria egresada de las mejores universidades de finanzas, se pone
a la cabeza de la revolución en la informática, la robótica (los primeros
robots fueron cajeros electrónicos) y la revolución de la cultura financiera. Con
la derogación unilateral del Tratado de Bretton Woods el dinero soportado por
deuda sería de curso legal, desmaterializado almacenado en los discos duros de
las computadoras y con capacidad de viajar a la velocidad de la luz. Capitalistas
y Proletarios en esa época eran clases sociales conservadoras, cada una
luchando por mantener sus ganancias la primera y sus prestaciones sociales la
segunda. El sistema socialista había sido tomado por la burocracia, un sistema
de poder piramidal que no permitía el avance de la sociedad. Los próximos 43
años esta clase social revolucionaria pero explotadora se apoderaría del
entonces más poderoso gobierno imperialista del mundo EEUU. Comprometería con
sobornos y financiamiento de campañas electorales a los miembros más
influyentes del Congreso y al Presidente. Tomar las instituciones financieras
internacionales dominadas por el gobierno de EEUU fue mucho más fácil. La
cereza del pastel fue el control de las armas de destrucción masiva y el
ejército más poderoso del mundo. También, las transnacionales más importantes
del mundo están controladas desde la bolsa de valores por deuda y especulación.
Estos monopolios manufactureros-financieros tienen el control de todos los
mercados que les interesan. Lo que no producen lo maquilan en paraísos fiscales
y laborales miserables. Atentos, el pueblo estadounidense no es el enemigo de
la humanidad, está sometido por deuda (es el más endeudado del mundo) al igual
que el resto de la humanidad. Miles de sicarios y mercenarios son
estadounidenses, pero son una minoría insignificante.
La Omecafi (oligarquía mafiosa especuladora canalla
financiera internacional) domina al mundo mediante especulación y usura
(intereses sobre la deuda). La codicia y el miedo en su máxima expresión tienen
a la humanidad sometida.
Pensar que todos los explotados pertenecen a la misma
clase social es una suposición que pasa por alto muchas diferencias e intereses
particulares de los seres humanos. Un banquero, un comerciante, un capitalista
productivo y un omecafi, pertenecen a clases sociales distintas, son
explotadores, pero tienen intereses diferentes, son contrarios y cada uno lucha
por el poder y prevalecer. Todas las instituciones del sistema capitalista
están siendo desmanteladas, por eso hay millones de empleados asalariados
despedidos o sin empleo, ya alcanzan en el mundo los 200 millones de seres
humanos y creciendo. El trabajo asalariado será cada vez menor en el sistema
Omecafi.
Hoy más que nunca la humanidad se encuentra amenazada
con la extinción de la especie, conocer las virtudes y defectos del sistema
económico-social-político que gobierna el mundo es obligatorio, de otra manera
será imposible transformarlo para construir un mundo mejor.
¡Aprender
a leer la realidad y así poder escribir la historia!
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