Jaime

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Diploma Baldor

Alopatía y medicina alternativa.

Iván Jaime Uranga Favela
“La medicina alternativa o tradicional es el conjunto de prácticas de curación que no se considera actualmente parte de la medicina alópata, convencional, ya que no aplica criterios científicos para demostrar su validez. (…) En la actualidad muchos médicos oficialmente reconocidos, algunos hospitales y ciertos organismos sanitarios, tanto gubernamentales como privados en todo el mundo, recomiendan ciertas técnicas o prácticas de la medicina alternativa como complemento a los tratamientos convencionales. Con ello se le otorga el término de ‘medicina complementaria’ a la medicina alternativa. (…) Los especialistas investigadores sobre medicina resaltan lo valioso de los métodos antiguos de curación, basados en plantas y hierbas, los cuales se han actualizado gracias a la tecnología farmacológica”. (Calendarios LEN)
Efectivamente, en la medicina alópata existe cierto rechazo y hasta resistencia a la medicina que roba segmentos de mercado a los laboratorios multinacionales. ¿Criterios científicos? ¿Conoce usted un médico alópata que lleve seguimiento estadístico-científico de los medicamentos que receta a sus pacientes? Es posible que en los hospitales de especialidades médicas si ocurra. Pero en la mayoría, existe un empirismo y apego a manuales médicos (cuadros básicos de medicamentos), que convierten a los médicos en simples aplicadores de una técnica. ¿Esto es ciencia? Pues entonces es una ciencia muy pobre, y, se convierte en superchería cuando sus técnicos se ostentan como científicos.
La experimentación de los laboratorios multinacionales se lleva a cabo por grupos de ‘científicos’ con intereses creados. Los fondos económicos de investigación son sujetos a resultados. Muchos casos de manipulación de resultados para conservar los apoyos económicos a proyectos han sido denunciados. Cierto, no es la generalidad, no todas las cloacas se destapan a tiempo para salvar millones de vidas.
Sin embargo, la medicina llamada alternativa, cuando se llevan a cabo investigaciones para demostrar su eficacia (no milagros), demuestra resultados irrefutables en la mayoría de los casos. Innegable, los seres humanos somos únicos, un buen número respondemos a ciertos promedios de resultados, manteniendo siempre un margen de error o de no buenos resultados.
Ejemplo: el diabético que sigue haciendo corajes y llevando una mala alimentación, puede tomar todas las medicinas que han obrado, en otras personas, curación o control de sus niveles de glucosa, que de seguro no darán resultado en él; el fumador que toma medicinas para su degradación pulmonar, pero sigue fumando habitualmente, no encontrará alivio. ¿En que fallaron las medicinas? En nada, el cuerpo y los sistemas que sostienen la vida del enfermo, siempre, requieren un tiempo para su regeneración, una tregua en el consumo de sustancias nocivas que impiden su alivio.

En toda la medicina siempre existirá el componente individual, cada enfermo, a su modo, vive su enfermedad y curación. ¡A su propio estilo!

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